Rafael Nadal se consagró campeón del Masters 1000 de Roma al vencer en la final al número 1 del mundo, Novak Djokovic por 7-5 y 6-3 y recuperó el segundo puesto del ránking que había quedado para Roger Federer después de Madrid.
El español tuvo una semana perfecta en la que pudo superar el traspié en la tierra azul de Madrid. Pudo festejar, sin ceder un set, en el regreso al polvo de ladrillo tradicional de Roma, donde ya había ganado 5 veces. Su rival en el partido desicivo fue su pesadilla, Novak Djokovic, que el año pasado lo había vencido en la misma instancia de este torneo en sets corridos, con facilidad. Esta vez y repitiendo lo sucedido en Monte Carlo, el de Mannacor pudo dominarlo y a través de una derecha más insiciva de lo normal, llevarse el partido en 2 parciales.
Difícil es analizar desde la lejanía cuáles pueden ser las sensaciones de el español que de a poco parece estar encontrando el camino para poder revertir las 7 derrotas consecutivas que llevaba frente al serbio. No es simple en la soledad total que impone el tenis, enfrentarse una y otra vez contra la misma derrota. Pero la final disputada en Monte Carlo toma valor y es prueba de lo determinante que puede resultar la confianza para un jugador. En esa final Nole llegaba golpeado por el fallecimiento de su abuelo y perdió por 6-3 y 6-1 en un partido en el que se notó durante la hora y poco más que se jugó que no tenía con qué enfrentar la prueba emocional que le significaba el partido. Cualquiera podría haber pensado que fue simplemente una victoria "viciada", condicionada, que dificilmente influyera en el historial que traían. Pero, por lo visto en la final de Roma, puede sentirse un cambio en Nadal, una sensación en su juego, en su mirada, en su confianza que parece decir "ahora sé que puedo ganarte". Es verdad que ambos partidos se dieron en la superficie que mejor le sienta al español, en la que para muchos es el mejor de la historia, pero no hay que olvidar que durante 2011 perdió las 2 finales que jugó sobre polvo contra Djokovic, en sets corridos. Nada descarta que el número 1 se levante y le gane otros 7 partidos consecutivos, pero ciertamente se ha emparejado el duelo.
De cara a Roland Garros, el ránking volvió a acomodarse a favor de Nadal que llegará como preclasificado número 2 y no tendrá que cruzarse ni con Federer ni con Djokovic hasta una posible final. El español busca, nada más y nada menos que su séptimo torneo en París y su grand slam número 11. Parece llegar entonado, en un buen momento, pero tiene la presión de defender el título. Con intenciones de destronarlo en Roland Garros, estarán Federer, Djokovic quien intentará conseguir su cuarto grand slam consecutivo, y compañía.

Dato: en las últimas 3 finales de grand slam, Djokovic derrotó a Nadal. En Roland Garros 2011, el serbio perdió en semifinales frente a Federer pero Nadal lo venció y se quedó con el título.
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