Por Giuliano Delle Chiaie
La historia de Carlos
Graneri, periodista egresado de TEA en 1992, no sea quizás la tradicional
secuencia que se acostumbra a escuchar. Sin la posibilidad de ingresar en el
circuito comunicacional de los diarios y las revistas una vez finalizados sus
estudios, la vida lo llevó hacia nuevas fronteras. Colombia. En la tierra del
café, Graneri dejó descansar, por un tiempo, su sed periodística. Las
necesidades lo empujaron hacia otras actividades para mantener a su familia,
aunque nunca pudieron alejarlo por completo de su vocación.
Además del
buen café,
en aquel atrapante país se juega hasta hoy a la denominada
“chaza”. Este deporte es una práctica antigua creada por los pueblos
originarios, similar al tenis. Se delimita una superficie de 9 metros
por 100 metros dividida a la
mitad por una línea análoga a la red de hoy. Con raquetas de madera, el
objetivo es pasar la pelota del otro lado, aunque con la diferencia de
que se
juega en equipos de 5. Este antepasado latinoamericano del tenis
lleva el
viaje de vuelta a Graneri. Después de 5 años, el periodista regresó a la
Argentina con
intenciones de explotar su cada vez más impostergable faceta de
investigación y
su interés en los pueblos originarios lo llevó por todo el país
recolectando
material de las comunidades sobrevivientes. “No era un tema muy
explotado, y el
conflicto es mundial” analiza Graneri, a la
distancia, los motivos que lo
llevaron por ese camino. Sin embargo, no recibió respaldo de ninguna
editorial
para publicar su material.
Cansado de buscar apoyo, decidió comenzar un
blog y
una página de Internet www.delorigen.com.ar en donde plasmar sus escritos e indagaciones. “Nunca se ha tenido
realmente
en cuenta a estos pueblos. Sirven para una foto pero nada más, no se les
respeta la lucha por las tierras” denuncia el periodista. La chaza no es
más
que un ejemplo de las muchas similitudes que unen a los habitantes
originales
de las tierras americanas con los que las habitan hoy, aunque la lenta
desaparición asistida por la ausencia de intención del poder a lo largo
de la
historia agrande cada vez más la brecha entre las dos culturas. “Es
positivo
que en las escuelas se hayan comenzado a cuestionar los roles de Colón y de Roca,
que de a poco pasan de héroes a genocidas” reconoce el especialista.
Material
que invita a la reflexión.
En otra cara de este
multifacético personaje se encuentra la pasión por Racing Club de Avellaneda,
al cual le dedicó un libro de entrevistas con reconocidos hinchas, jugadores y
personas relacionadas al club al que tituló Mozart
y Corbatta; y una anotología de cuentos, Avellaneda tiene un precio especial, también relacionada con el
club celeste y blanco.
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